martes, 8 de julio de 2008

Reflexiones de un Cobarde

El día 21 de Junio pasado tuve la oportunidad de Ver un concierto de Van Morrison en Castellón. Ni que decir tiene que soy fanático de su música.

Pues bien, me pareció espectacular. Llevo 30 años disfrutando de la música de este autor irlandés y me gusta tanto que prácticamente sólo le escucho a él, y sin exagerar puedo decir que al menos 2 horas cada día.

Y me pareció espectacular, porque Van imprimió un sentimiento y una calidad al concierto que hacía muchos años no daba. El resultado final ha sido reconocer que esos 97 minutos supusieron para mí una experiencia difícilmente igualable, todo y que Van ha tenido épocas mucho mejores.

Y por qué titulo este escrito como lo hago?

Pues porque el día 16 de Agosto hay otro concierto en Londres, al que más de un amigo va a asistir. Y porque mucho me temo que no voy a acudir a ese concierto. ¿Por qué? Pues porque mi familia no ve con muy buenos ojos tanta salidita para asistir a conciertos.

Soy consciente de que lo que me proporciona Van Morrison solamente él es quien me lo puede proporcionar. También sé que eso mismo difícilmente lo puedo igualar a otras sensaciones vitales. Lo mismo puedo decir de la convivencia que voy a tener con los amigos que se desplacen a Londres.

Realmente creo que no voy a plantear a mi familia que me voy con 750 euros a disfrutar una hora y media, y algo más, con algo que me llena realmente la vida. Quizá también ocurre que es posible que no sepa, o no me atreva a plantear a mis seres queridos porqué necesito ir a ese concierto.

Esta última reflexión es la única que me salva de ser un cobarde, pero como creo que no es la cuestión, definitivamente concluyo que soy un COBARDE que no es capaz de vivir conforme a lo que siente. De aprovechar todos los momentos de mi vida disfrutando de ella, de romper con moldes sociales estúpidos y de apostar, también junto con los míos, por las pocas cosas que la vida nos ofrece a la gente normal.

Como consuelo sólo me queda pensar que es que yo soy así y que no lo puedo evitar: SOY BASTANTE COBARDE.

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